Desde 2019, hemos trabajado con más de 180 startups en Sevilla y toda España. Y algo que aprendimos rápido: cada proyecto necesita una estructura de costes diferente.
No ofrecemos tarifas estándar porque tu startup no es estándar. Lo que sí ofrecemos es claridad total sobre cómo calculamos nuestros honorarios y qué factores realmente importan cuando hablamos de presupuesto.
Después de más de 400 conversaciones con fundadores, sabemos que lo que menos necesitas es sorpresas en la factura. Nuestro enfoque se basa en tres pilares que no negociamos.
Antes de hablar de números, necesitamos entender tu momento actual. Hablamos de runway, de rondas previstas, de cómo está distribuido tu equipo. Una videollamada de 45 minutos nos dice más que cualquier formulario.
Tu startup va a pivotar. Lo sabemos. Por eso estructuramos propuestas en bloques de trabajo de 3-4 meses. Revisamos, ajustamos, y seguimos. Nada de contratos anuales que no tienen sentido en tu realidad.
Si incluimos algo en la propuesta, está explicado. Qué cubre, qué no cubre, y por qué. Trabajamos con documentos compartidos donde puedes comentar cada línea antes de firmar.
En marzo de 2024 rechazamos un proyecto que nos ofrecía el doble de nuestro presupuesto habitual. ¿Por qué? Porque su modelo financiero no tenía sentido y no íbamos a cobrar por trabajo que sabíamos que no iba a funcionar.
Esa es nuestra filosofía real. No maximizamos ingresos por proyecto, sino que buscamos colaboraciones donde nuestro trabajo realmente mueve la aguja.
El ecosistema startup español ha crecido mucho desde 2020, pero sigue siendo pequeño. Nuestra reputación depende de que tus números funcionen tanto como los nuestros.
Esto es lo que pasa desde que nos escribes hasta que tienes una propuesta clara en tu correo. Normalmente tardamos entre 5 y 7 días laborables.
Nos cuentas dónde estás. Qué has levantado hasta ahora, cuál es tu estructura actual, qué pain points ves en finanzas. También te preguntamos por tu equipo y cómo toman decisiones. Duramos unos 40 minutos y grabamos con tu permiso para no perder detalles.
Revisamos tu modelo de negocio. Si vemos red flags importantes, te lo decimos antes de seguir. A veces recomendamos que esperes unos meses o que fortalezcas ciertas áreas primero. No tiene sentido avanzar si el timing no es el adecuado.
Creamos un documento donde desglosamos qué haríamos en cada fase de trabajo. Incluimos entregables concretos, puntos de revisión, y criterios para pasar a la siguiente fase. También explicamos qué información necesitamos de tu lado y cuándo.
Te presentamos la propuesta en videollamada. Comentamos cada sección, respondemos dudas, y ajustamos lo que sea necesario. A veces esta conversación dura más que la primera porque entráis en detalles. Y está bien, preferimos invertir tiempo aquí que tener malentendidos después.
Lo que más valoro es que me dijeron desde el principio que mi runway era demasiado corto para el alcance que quería. Me recomendaron priorizar solo tres áreas críticas y dejar el resto para después de la ronda. Eso me ahorró unos 15.000 euros que no tenía. Empezamos a trabajar en julio de 2024 con un scope reducido y para noviembre ya teníamos todo lo necesario para la due diligence. Sin drama, sin sorpresas en costes.